Hoy me fui con Margarita a comer por ahí, y a la vuelta decidí mandar unos mails de trabajo que tenía pendientes desde hace un tiempo. Quise mandarlos del Gmail que nunca uso, y al abrirlo, entre miles de spams encontré un viejo mail de Papá que no recuerdo haber leído. Él no hubiese querido que creyera en fantasmas; mucho menos en ser uno, pero sea como sea me alegró el día.
Era un mail referido a una entrada de este mismo blog, la del 27 de mayo de 2013. Al leerlo me pareció tenerlo tan cerca que quise compartirlo con los que de vez en cuando se toman la molestia de leerme. Ahí va:
Ya veo que estás muy entretenido con tu
blog... y que te encanta la posibilidad de repartir para todos lados. Me tocó a
mí y me la tengo que bancar... Eso de exhibir mi patriótica foto por el éter es
muy divertido para ti , pero a mí, con esa pose rígida y ese libro
que asusta, me aleja toda posibilidad de pescar nada por el éter...Bien podrían
haberme buscado una moza bien hecha en lugar de hacerme fotos patrióticas. Fue
el año en que crecí veintitrés cms. y me mandaron comer un omelet a media
mañana con un vaso de vino: tenía trece años: la edad de contraer los mejores
vicios...
.......................En cuanto a la historia
de Eufemio Masculino (no se te puede contar nada), no fue por la llama del
encendedor (yesquero) que se iluminaron los autos, sino por las persianas bajas
entreabiertas que tú imaginaste como grandes ojos.
A él no le gustaba del todo que subiera sus fotos, pero mientras desde allá me siga mandando mails, yo seguiré subiéndolas. En el camino me iré enterando de qué es ser un Héroe.
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