sábado, 22 de junio de 2013

jueves, 6 de junio de 2013

"The greatest book of the sea ever written"


1953. De Collins Clear-Type Press. Gran Bretaña. Con comentarios  de J. N. Sullivan. La frase del título es de David Herbert Lawrence, del libro "Studies in Classic American Literature" de 1923, y está en la solapa del libro. Todos estamos de acuerdo.

domingo, 2 de junio de 2013

Dos Molinos


Las dos ediciones son de Molino, que a su vez fue la primera editorial en publicar Moby Dick en castellano (tranquilos que ninguna de estas dos es la primera edición). La de la izquierda fue impresa en 1940 en los talleres gráficos de la calle Gorostiaga 1650 de la ciudad de Buenos Aires en un formato de 17cm por 25 cm. La de la derecha es de 15 cm por 21 cm, impresa en 1953 en un taller de la calle Iradier 5A, Barcelona. 128 páginas la opción argentina, que no contiene índice; 220 páginas la española. Ambas presentan la misma versión, traducida por Guillermo López Hippkis y con ilustraciones de R. Riera Rojas. La tapa de la versión argentina es de J. P. Bocquet.

Un día escribiré acerca de Guillermo López Hippkis, héroe de la novela de aventuras (¿barata?) lo que los españoles llaman novela de kiosko. Creador de personajes como El Encapuchado, Dick Diamond, Al Ripper y el mismísimo Nick Carter, a quien —supongo yo — homenajea Mario Levrero en su nouvelle homónima.

Hoy, más de setenta y tres años después, en Gorostiaga 1650 funciona la Inmobiliaria Colombotto. Si alguien pasa déjenles mis saludos. En Iradier 5A, Barcelona, y sesenta años más tarde funciona un gimnasio femenino en el que sostienen bajo juramento tener un método infalible contra la celulitis.

Y hay gente que cree que cazar ballenas blancas es inhumano.

sábado, 1 de junio de 2013

Regla sexta del buen escritor

El buen escritor debe ser innovador en cada una de sus apariciones públicas. Mostrarse dúctil en nuevas tecnologías, dispuesto a experimentar con éxito y hacer que esto lo diferencie de sus colegas contemporáneos, que verán con envidia los avances del susodicho.

Por ejemplo: 

El otro día, mi hijo me mostró algo que la comunidad tecnológica llama "meme", y que no es más que un dibujo esquemático de la cara de una persona. De inmediato creí necesario para mi carrera de escritor tener un "meme". Mucho antes que Mazzarello, Revagliatti o el mismísimo Pandolfelli (que lo miran por TV)  Me miré un tutorial en youtube y aquí el resultado:


Claro, usted se preguntará para qué sirve un "meme", y es aquí donde yo le clavo aquello de que una imagen vale más que mil palabras. Lleve, amigo: