sábado, 26 de octubre de 2013

Noche de Paz

Miró compungida, se tocó la mandíbula y nos dijo despacio, dirigiéndose a cada uno de nosotros que ya no soportaba más el bruxeo. Que le habían dado un protector, unas pastillas y un gel, o algo así, dijo, pero que el bruxeo se estaba volviendo insoportable. Y ahí nomás me di cuenta de que me molestaba. Mejor dicho, me generaba desconfianza la gente que era capaz de adquirir una palabra nueva, una palabra casi propia de un vocabulario técnico e incluirla en una frase cualquiera en medio de una conversación trivial. Mucha desconfianza, casi miedo.
 Y se me ocurrió que debería escribirse así, era lo más probable. No podía ser “brucseo” ni “brucceo”, mucho menos con “v” corta. La “b” larga es mucho más elegante; casi prefería que se escribiera así. Podría haberla “googleado”, otra palabra que se podía considerar técnica, con la atenuante del uso masivo que me daba un poco de tranquilidad, pero nunca se iba a igualar a “fotosíntesis”, palabra recontra técnica pero con el bronce que le da el haberla aprendido en la escuela, sumado al hecho de ser una palabra difícil pero que remite una actividad sencilla de explicar y que a todos nos cae tan simpática.
Después de un rato, ya más tranquilo y en casa, quise creer que la “x” intermedia podía estar obligando a la persona que pronunciaba la palabra (yo no me animaba a hacerlo en voz alta) a hacer un movimiento con las fauces (gran palabra, hermosa palabra, casi casi como “fulgor, pero no tanto), decía, un movimiento con las fauces que reproducía en vivo y en directo el hecho mismo de bruxear, lo cual convertiría a esta en una palabra que se explicaría en sí misma.

Dormí feliz aquella noche. Paladeé la alegría de John Wilkins, el imaginario lingüista de Borges ante la precisión de este término, y desperté tranquilo a una mañana prístina, dándome cuenta que tales pensamientos me habían permitido dormir toda la noche, después de mucho tiempo sin rechinar los dientes. 

domingo, 8 de septiembre de 2013

SAGRADA en Revista Tónica

A continuación copio la nota acerca de Sagrada que escribiera Natalia Gauna para Revista Tónica.
Por Natalia Gauna // naty_gauna3@yahoo.com.ar
Del escritor uruguayo, Gonzalo Gálvez Romano, Sagrada es una novela política sobre la pobreza de un barrio que podría ser cualquier villa miseria de Buenos Aires. Es un libro que no escatima en exacerbar un lenguaje villero pero que intenta, lejos de estigmatizar una clase, mostrarla en imágenes, fotografiarla.
Sagrada es una novela que genera más interrogantes que respuestas. Mostrar la marginalidad de un barrio a través del relato de sus personajes podría ser la intención de Gálvez Romano. En su contratapa, Mariano Blatt se pregunta por qué es importante este libro y aventura alguna respuesta. Blatt concluye que “Sagrada es importante porque pone a la gente en imagen […] Es como una visión aérea nocturna de un barrio”. Si bien, no es interesante determinar la importancia de un libro, algo cierto hay en esa aproximación a esta novela. Sagrada es una imagen, es la fotografía de un mundo posible y es posible en tanto se trata de un relato ficcional por más “semejanzas” con la realidad podamos encontrar.
La pobreza y la marginalidad se presentan en Sagrada desde la primera línea: “Me había clavado una pepa, no sé qué porquería me vendió el Ventana y al toque nomás estaba flasheando. Luces y toda esa mierda”. Gálvez Romano acude a un lenguaje “villero” para exponer y acentuar la violencia en la que viven los personajes de ese barrio. El uso de cierta jerga delictiva termina por delimitar esas calles y encrudecer esas historias sobre la droga, la violencia en todas sus formas, el delito y el sexo. “Desde que tengo teléfono que saca fotos me agarró como el vicio. Apunto y le saco a todo. Me lo dio el Ventana, me debía unos mangos y de algún lado se lo choreó”, relata el protagonista de la novela mientras cuenta cómo roban en la Sagrada un camión de Coca-Cola que chocó y volcó la mercadería que transportaba.
Sin embargo, promediando la novela se abre un abanico de lecturas posibles. Ya no es una novela que exacerba un lenguaje plagado de lugares comunes sino que habilita a pensar la marginalidad en tanto imprime a los personajes ternura y belleza. Así, Sagrada cobra otros sentidos y la posibilidad de pensarla como una novela que genera “una imagen” de un sector real de la sociedad es realmente factible. El hallazgo de Gálvez Romano es encontrar ese punto medio entre la estigmatización de una clase y la justificación simplificadora de una realidad demasiado compleja.
En este sentido, los personajes de Sagrada no son ni héroes ni mártires porque, en principio, rozan el anonimato, apenas pincelados, de modo que el lector no se identifica con esos jóvenes ¿Por qué el autor elige producir esa distancia? En ese distanciamiento casi brechtiano es posible la lectura social y política deSagrada. //RT
Vale la pena

sábado, 22 de junio de 2013

jueves, 6 de junio de 2013

"The greatest book of the sea ever written"


1953. De Collins Clear-Type Press. Gran Bretaña. Con comentarios  de J. N. Sullivan. La frase del título es de David Herbert Lawrence, del libro "Studies in Classic American Literature" de 1923, y está en la solapa del libro. Todos estamos de acuerdo.

domingo, 2 de junio de 2013

Dos Molinos


Las dos ediciones son de Molino, que a su vez fue la primera editorial en publicar Moby Dick en castellano (tranquilos que ninguna de estas dos es la primera edición). La de la izquierda fue impresa en 1940 en los talleres gráficos de la calle Gorostiaga 1650 de la ciudad de Buenos Aires en un formato de 17cm por 25 cm. La de la derecha es de 15 cm por 21 cm, impresa en 1953 en un taller de la calle Iradier 5A, Barcelona. 128 páginas la opción argentina, que no contiene índice; 220 páginas la española. Ambas presentan la misma versión, traducida por Guillermo López Hippkis y con ilustraciones de R. Riera Rojas. La tapa de la versión argentina es de J. P. Bocquet.

Un día escribiré acerca de Guillermo López Hippkis, héroe de la novela de aventuras (¿barata?) lo que los españoles llaman novela de kiosko. Creador de personajes como El Encapuchado, Dick Diamond, Al Ripper y el mismísimo Nick Carter, a quien —supongo yo — homenajea Mario Levrero en su nouvelle homónima.

Hoy, más de setenta y tres años después, en Gorostiaga 1650 funciona la Inmobiliaria Colombotto. Si alguien pasa déjenles mis saludos. En Iradier 5A, Barcelona, y sesenta años más tarde funciona un gimnasio femenino en el que sostienen bajo juramento tener un método infalible contra la celulitis.

Y hay gente que cree que cazar ballenas blancas es inhumano.

sábado, 1 de junio de 2013

Regla sexta del buen escritor

El buen escritor debe ser innovador en cada una de sus apariciones públicas. Mostrarse dúctil en nuevas tecnologías, dispuesto a experimentar con éxito y hacer que esto lo diferencie de sus colegas contemporáneos, que verán con envidia los avances del susodicho.

Por ejemplo: 

El otro día, mi hijo me mostró algo que la comunidad tecnológica llama "meme", y que no es más que un dibujo esquemático de la cara de una persona. De inmediato creí necesario para mi carrera de escritor tener un "meme". Mucho antes que Mazzarello, Revagliatti o el mismísimo Pandolfelli (que lo miran por TV)  Me miré un tutorial en youtube y aquí el resultado:


Claro, usted se preguntará para qué sirve un "meme", y es aquí donde yo le clavo aquello de que una imagen vale más que mil palabras. Lleve, amigo:






jueves, 30 de mayo de 2013

Feria del Libro. Zona Futuro. Presentamos "A dos horas de Barboza"


Ana Ojeda, Agustín Montenegro, GGR, Nicolás Correa y Juan Marcos Almada. Todos escritores, algunos editores. Presentando la Exposición de la actual narrativa rioplatense. Feria del Libro. Zona Futuro.


GGR, Celeste (linda como siempre), Silvanita (idem) y Luis "Acqualux" Mazzarello (editor de Editorial Wu Wei y escritor)


¡Gorostiaga! Tenés la noche pintada en la cara.

martes, 28 de mayo de 2013

Buenos Aires, 5PM


El hombre va al lado. La mujer, su mujer maneja. El tránsito esta insoportable —ojalá se pudiera ir a paso de hombre al menos —piensa ella. Él quiere terminar de redondear una idea, de cerrar una discusión. Ella protesta: —colectiveros de mierda—. Los bocinazos y el celular de él que no para de sonar —sí, yo mañana cuando vaya lo miro, y si está bien ya lo dejo trabajando... sí...— del otro lado se hace un silencio, se cortó. El hombre retoma la discusión, está defendiendo algo de lo que ya a esta altura no está tan convencido, pero sigue, mientras su mujer se concentra en el tránsito. Vuelve a sonar el teléfono —sí, ya te dije, yo me ocupo mañana... ¿qué más?— del otro lado piensa —bueno, ahora no me acuerdo qué era... cuando me acuerde te llamo— escucha el hombre a través del celular. —Ya está, no me llames más, no hay más nada que hablar —dice después de cortar. —vos siempre con lo mismo —dice ahora ella— ¿me estás escuchando o seguís con el teléfono? —y lo mira de reojo. El teléfono vuelve a sonar. El hombre lo aprieta en un puño y gruñe. Mira a ambos lados. El auto arranca. Por fin se libera el embotellamiento. Acciona el botón de la ventanilla y el teléfono vuela describiendo un arco iris invisible que ya queda muy atrás.

lunes, 27 de mayo de 2013

Eufemio Masculino


Desde hace unos días me rondan algunas ideas que al no tener ganas de desarrollar (por el momento) me resulta menester plasmar, aunque sea en el blog, para algún día desarrollar como quisiera; llamaremos a esto "menester plasmar"

Tuve hoy una charla emocionante con mi padre, que como yo siempre sostengo, me aportó una imagen (punto de partida indispensable de una buena narración):

Dice que yo debería tener siete, como mucho ocho años, y era una noche —yo agrego de verano— Salíamos de la casa de mi tío Alberto que queda en una calle —aquí la llamaríamos pasaje— que aun hoy ostenta el ambiguo nombre de Eufemio Masculino. Caminábamos seguramente con él y mis hermanas, aunque a la hora de desarrollar el texto seguramente diré que íbamos los dos solos (es mucho más literario). La calle está (paso al presente que es más contundente), esta desierta. Desierta y silenciosa. Escuchamos nuestros propios pasos, también la respiración. Mi papá saca una cajilla de Fista Light, se lleva un cigarrillo a los labios e ilumina las paredes de las casas con la llama de su yesquero (encendedor en uruguayo). Yo me detengo y lo miro.
 —Los autos duermen y las casas los miran —digo y doy tres pasos apurados para ponerme nuevamente a su lado.
—Hay algo, una semilla literaria en eso que dijiste —responde mi papá. Pero no en ese momento, lo responde hoy, desde Montevideo y a través del teléfono. Treinta y pico de años más tarde. Yo pienso que debería pensar una respuesta para continuar esta charla y ojalá que me pueda tomar mucho tiempo para dársela.

Eufemio Masculino fue uno de los Constituyentes de 1830. Si tengo suerte, próximamente cuando alguien lo Googleé va a ver la foto de mi papá cuando tenía quince o dieciséis años y todavía estaba en España.

domingo, 26 de mayo de 2013

An authoritative text reviews and letters by Melville analogues and sources criticism.




NORTON CRITICAL EDITION
Editado por Harrison Hayford y Hershel Parker
New York 1967
728 páginas.

Tiene un mapa donde está marcada la ruta del Pequod (en línea completa) y la ruta cierta de los viajes de Melville (en punteada). Es el Número 59 de la colección.

domingo, 19 de mayo de 2013

Sigfrido a la nube


A el hecho de encontrar esta foto en el escritorio de una notebook, se suma la imposibilidad de en esa misma compu poner tildes. Antes que la pierda la subo. Sigfrido y un cobayo que creo que se llamaba Camilo.

jueves, 16 de mayo de 2013

CHINO DE CHINA


Bai Jing se llama la editorial y el libro es de junio de 2008. Mi amigo Gabriel Piccoli se dio maña para encontrar esta joya (y una más) en la inmensidad china. Nadie resiste el embrujo de la Ballena Blanca.

GGR en La Nación


 Texto completo y la foto ampliada en:

http://www.lanacion.com.ar/1580156-jovenes-escritores-y-artistas-independientes-de-coleccion

De regreso pasé a dos horas de Barboza

 Gracias a la convocatoria de las editoriales  El 8vo loco y Milena Caserola salió mi libro A dos horas de Barboza, como parte de la Exposición actual de la narrativa rioplatense.
 Quiero creer que son ocho relatos cortos que abarcan temas universales que nos desvelan a los cuentistas y vemos como fantasmas en cada situación sobre la que posamos los ojos; aunque cabe la posibilidad de que sea otra cosa completamente distinta y no la esté viendo.

Están a la venta en estos dos lugares:

http://libreriamicasa.wordpress.com/

http://www.acienmetros.com.ar/

Sería interesante que lo compren para poder generarle a estas editoriales la posibilidad de engendrar nuevos libros, pero si no se puede, lo más importante sigue siendo llegar al lector, así que ellos mismos los brindan gratuitamente en este lugar:

http://www.exposiciondelaactual.blogspot.com.ar/p/descarga-gratuita.html

Se me ocurrió la solución ideal:
1- Se lo bajan y lo leen.
2- Viene el cumpleaños de : a- el encargado del edificio
                                            b- el amor de tu vida
                                            c- el editor responsable de la columna literaria del New York Times.

Compralo y regaláselo. Si le caes con un PDF quedás como un miserable.