sábado, 19 de abril de 2014

Por una segunda oportunidad

Entonces dio otro salto para anticiparse a las predicciones y averiguar la fecha y las circunstancias de su muerte. Sin embargo, antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra.

Siempre pensé que se veía mejor "espejismos" que "espejos", y siento que él al escribirlo creyó lo mismo, y si algún día me lo cruzaba era esto lo que pensaba preguntarle, que si primero escribió "espejos" y casi que se arrepintió, pero no, y entonces puso lo de "espejismos" entre paréntesis y cerró así uno de los momentos más lindos de la Literatura.

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